Sin duda alguna uno de
los grandes líderes polacos del siglo XX ha sido Władysław Sikorski. Luchador
desde su juventud por la causa de una Polonia independiente y militar condecorado
en la guerra Polaco-Soviética, no cabe duda que su mayor contribución con su
país ha sido, tras el desastre de 1939, la de mantener el espíritu de la lucha
desde el exilio en Francia y Gran Bretaña. Su muerte “accidental o no” mientras
despegaba desde Gibraltar en Julio de 1943 fue, para el gobierno polaco en Londres,
una pérdida política y humana irreparable de la cual ya nunca se recuperaría.
Władysław
Sikorski: juventud y lucha por la independencia.
Hijo de Tomasz Sikorski y
Emilia Habrowska, pertenecientes a una familia noble polaca venida a menos,
Sikorski nace en la localidad de Tuszów Narodowy, Galicia polaca no la de un
servidor, el 20 de Mayo de 1881. Su localidad, como gran parte del sur de
Polonia, pertenecía al Imperio Austro-Húngaro por lo cual tras finalizar sus
estudios de ingeniería en la Politécnica de Lwów se incorpora en 1906 a la
reserva de sus fuerzas armadas con el grado de Teniente.
En 1907 pone su
experiencia militar y estudios universitarios al servicio de la causa polaca y
se une al Partido Socialista Polaco (Polska Partia Socjalistyczna) donde conocerá
a Józef Pilsudski. Poco después participa
en la creación de una organización secreta Związek Walki Czynne (Unión de Lucha
o Resistencia Activa) donde busca la expulsión del estado zarista, junto con
Alemania y Austro-Hungría responsable de la partición polaca. Entre los
miembros fundadores destacarían entre otros el propio Sikorski, Kazimierz Sosnkowski futuro sucesor de
Sikorski como mando de las fuerzas polacas en el exilio, Józef Piłsudski futuro
Mariscal y Presidente de Polonia,
Marian Włodzimierz Kukiel mando
del I Cuerpo Polaco en el exilio y HenrykMinkiewicz futuro General ejecutado en Katyn.
En 1910 dentro de este ámbito clandestino es
elegido como líder del brazo armado que se ha creado en el entorno de la
Comisión Confederada de Partidos Independentistas (Komisja Skonfederowanych
Stronnictwo Niepodległościowych). En 1914 y tras el estallido de la Primera
Guerra Mundial dirigirá hasta 1916 la sección militar del entonces conocido
como el Comité Nacional Supremo (Naczelny Komitet Narodowy). Poco después se
encarga del reclutamiento de tropas para las Legiones Polacas creadas por Pilsudski,
bajo el amparo de la corona austro-húngara, con vistas a luchar contra Rusia. En 1917 se produjo la denominada crisis del
juramento cuando Piłsudski se niega a jurar fidelidad a los Habsburgo y es
encarcelado mientras Sikorski es incorporado al Ejercito Austriaco. Aunque en
1918 opta por seguir los pasos de Piłsudski ya sería tarde y entre ambos
líderes se produciría un distanciamiento que ya nunca superarían.
Independencia
de Polonia y carrera militar en el renacido ejército.
En 1918 con el fin de la
Primera Guerra Mundial caen los imperios centrales y ruso permitiendo el
resurgimiento de Polonia. No obstante esta ansiada libertad no se conseguirá fácilmente
y por el control de sus fronteras surgirán conflictos armados con sus nuevos
vecinos. De esta manera se producirán combates con Ucrania, Lituania y la Unión
Soviética que culminarían en la guerra polaco-soviética (1919-1921). Es en ella
donde Sikorski conseguirá experiencia
militar y prestigio al participar entre otras acciones como mando de la 9ª
División en la ofensiva sobre Kiev, para ascender a General de Brigada al mando
del 5º Ejercito durante el Milagro del Vístula, victoria de Piłsudski sobre el Ejército
Rojo a las puertas de Varsovia. Tras la Batalla de Varsovia, Sikorski manda al
3 º Ejército durante la batalla de Lwów, Zamość para tras la Batalla de Niemen
avanzar con sus fuerzas hacia Letonia y Bielorrusia. Con el tratado de Riga
(marzo 1921) Polonia consigue la ansiada paz e importantes concesiones territoriales en
Bielorrusia y Ucrania. Sikorski, ya famoso, es condecorado con la Virtuti Militari
y ascendido a General de División. De cara a su carrera en el exilio es
interesante destacar que durante este conflicto mantuvo una muy buena relación con
Maxime Weygand, general francés al
mando de la Misión Interaliada en Polonia.
En abril de 1921 Sikorski
sucede a Piłsudski como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas polacas, y se
convierte en jefe del Estado Mayor para entre 1922 y 1925 ocupar altos cargos
en el gobierno. Tras el asesinato del presidente de Polonia G. Narutowicz, el Sejm
(Parlamento polaco), nombra a Sikorski como Primer Ministro. Del 18 de
diciembre de 1922, al 26 de mayo de 1923, Sikorski ocupa el cargo y la cartera
de interior siendo considerado como un posible candidato a la futura
presidencia del estado. En este corte periodo consigue convertirse en una
figura popular, dirigiendo la política exterior de Polonia a un acercamiento
con Francia y el reconocimiento de sus fronteras orientales por Reino Unido,
Francia y Estados Unidos.
De 1923 a 1924 ocupa el
cargo de Inspector Jefe de Infantería (Generalny Inspektor Piechoty). Desde
febrero de 1924 a 1925, con el Primer Ministro Wladyslaw Grabski, se convierte
en Ministro de Asuntos Militares donde crea la oficina de Korpus Ochrony
Pogranicza e impulsa la modernización de las fuerzas armadas. Su propuesta, sin
embargo, para aumentar las competencias del Ministro de Asuntos Militares, en
detrimento de las del Inspector Jefe de las Fuerzas Armadas lo enfrenta con el
propio Pilsudski quien, de 1925 a 1928, lo destina al mando del Distrito
Militar (Okręg Korpusu) VI en Lwów.
Opositor
a Piłsudski y paso a la reserva
Demócrata, Sikorski mantuvo su neutralidad durante el
golpe de estado perpetrado por J
Piłsudski
en mayo de 1926 pero en 1928 se desmarca del régimen semi-dictatorial
establecido y es enviado a la reserva. En 1935 Piłsudski muere pero el sistema
político de su creación se mantiene y por tanto Sikorski sigue apartado, no en
vano al año siguiente se une con varios políticos y el General Józef Haller al grupo opositor anti-sistema denominado
Frente Morges. Durante todos estos años permanece largos periodos de tiempo en
París donde colabora con la famosa Escuela Superior de Guerra y publica
numerosos artículos y libros entre los que destacarían sus memorias de guerra Nad
Wisłą i Wkrą. Studium do polsko–radzieckiej wojny 1920 roku y sobre todo un
libro que editado en 1934 con el nombre de Przyszła wojna – jej możliwości i charakter
oraz związane z nimi zagadnienia obrony kraju preveía la vuelta a la guerra de
maniobra.
En 1938 con la situación internacional cada
vez más deteriorada, Sikorski regresa a Polonia buscando regresar al servicio
activo. No obstante el Mariscal EdwardRydz-Śmigły le niega cualquier tipo de mando y tras la invasión en
Septiembre de 1939 huye a Paris sin haber podido contribuir a la defensa de su
país.
Segunda
Guerra Mundial, Primer Ministro en el exilio
El 17 de septiembre de
1939, el entonces Presidente de la República, Ignacy Moscicki, lanza desde el pequeño pueblo de Kuty (actualmente
Ucrania) cerca de la frontera sur de Polonia, una proclama en la que transfiere
el poder y el nombramiento como nuevo presidente del estado a Władysław Raczkiewicz, Presidente del
Senado. Esta decisión es tomada de conformidad con el artículo 24 de la
Constitución de la República de Polonia, adoptada en abril 1935.
El 29 Septiembre 1939 Raczkiewicz, que ya se encontraba en
París, hace su juramento constitucional en la Embajada de Polonia y se
convierte en el nuevo Presidente de la República de Polonia y del Gobierno Polaco en el exilio. A
continuación, nombra a Sikorski, como su Primer ministro que tras relevar al
defenestrado EdwardRydz-Śmigły asumira
también el puesto de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas polacas. Estas,
aunque derrotadas en la campaña de septiembre, consiguen evacuar grandes
contingentes de pilotos y soldados quienes a través de Hungría y Rumanía llegan
a Francia para formar nuevas unidades y continuar la lucha desde el exilio.
En Mayo de 1940 Alemania
invade Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia donde para sorpresa de muchos la
resistencia se derrumba tras un mes de lucha. El país ahora dirigido por PhilippePétain capitula el 22 de Junio, Polonia jamás firmó armisticio alguno, pero las
fuerzas polacas siguiendo el compromiso acordado entre Churchill y Sikorski el 19 de Junio no deponen las armas e intentan
por todos los medios llegar a Gran Bretaña. Con ellos y los emigrantes polacos
que poco a poco se irán incorporando se conforman las Fuerzas Polacas en el
exilio que en base al acuerdo militar firmado, entre Polonia y Gran Bretaña el
5 de agosto de 1940, serán durante algún tiempo el ejército aliado más numeroso
allí estacionado.
En Junio de 1941 Hitler
inicia la Operación Barbarroja y con
ella la guerra toma un inesperado cariz político para Polonia. Con la URSS
inesperadamente unida al bando aliado Sikorski ha de “hacer tripas corazón” e
iniciar conversaciones con el país que los había invadido junto a Alemania en Septiembre
de 1939. Haciendo valer la máxima de el “enemigo de mi enemigo es mi amigo”
firmará en Moscú el 17 de Agosto de 1941 el acuerdo o pacto Sikorski-Maisky, el
cual una vez ratificado por Stalin acordaba anular la partición
soviético-alemán de Polonia, declarar la campaña ruso-alemana
Molotov-Ribbentrop de agosto de 1939 nula y sin valor, y la liberación de miles
de polacos prisioneros de guerra retenidos en campos soviéticos. De conformidad
con este pacto los soviéticos concedían una” amnistía " a miles de
ciudadanos polacos deportados a la URSS y militares prisioneros con los cuales
se iniciaría el embrión del II Cuerpo Polaco al mando del General Wladyslaw Anders. VER CREACIÓN II CUERPO POLACO.
No obstante y a pesar del
acuerdo alcanzado Sikorski, siempre se mostró receloso de las intenciones de la
Unión Soviética y el tiempo le daría la razón. En enero de 1942 los soviéticos vía
diplomática revelan sus reclamaciones sobre la ciudad de Lwów, ciudad a la que
él mismo tenía una fuerte vinculación, y que si bien Stalin prevé ampliar las
fronteras de Polonia a costa de Prusia Oriental, él también querría impulsar
considerablemente hacia el oeste la frontera oriental de Polonia, siguiendo el
concepto de Versalles de la línea Curzon.
Sikorksi no era un necio y sabía que respecto a las fronteras orientales no
podían ser inflexibles si querían mantener el apoyo aliado. En una nota al
Presidente Roosevelt en diciembre de 1942, ya prevé pérdidas territoriales en
el este y propone que la frontera entre Polonia y Alemania se debe empujar
mucho más al oeste, con Polonia ocupando la zona hasta el Oder. Ese año también
se reúne con el ministro de Exteriores
británico, Anthony Eden, para
discutir el futuro de Polonia vinculando su seguridad con la de Europa y
proponiendo la creación de una nueva unión polaco-lituana.
Katyn
y muerte en Gibraltar
El 13 de abril de 1943 los
alemanes anuncian el descubrimiento de los cuerpos de 20.000 oficiales polacos
asesinados por los soviéticos y enterrados en Katyn, cerca de Smolensk. Stalin niega
todo autoría alegando que ha sido la barbarie nazi la única culpable del suceso
pero, viendo la oportunidad que le brinda la petición de Sikorski a la Cruz
Roja Internacional para realizar una investigación imparcial, rompe relaciones diplomáticas
con la Polonia del exilio alegando su “cooperación” con Alemania. Evidentemente
la excusa es lo de menos y Stalin simplemente en un alarde de cinismo, el mismo
había ordenado la ejecución de la oficialidad polaca, usa este anuncio como
pretexto. No podemos olvidar que sus intenciones eran claras, redibujar la frontera
polaco-soviética en la línea Curzon, sabíendo que el gobierno en el exilio
nunca lo aceptaría pues significaría la pérdida de cerca de un tercio del
territorio que Polonia mantenía antes de 1939.
Negándose a reconocer al
gobierno de Londres crean su propio régimen títere para el cual Stalin pronto
comienza una campaña buscando su reconocimiento por los aliados occidentales.
Dirigido por Wanda Wasilewska, una comunista con escaño en el Soviet Supremo cuenta con el general Zygmunt Berling, considerado desertor y
juzgado como tal por los hombres de Anders, comandante del 1er Ejército polaco
en Rusia, LWP.
El 4 de julio de 1943,
durante el regreso de una inspección a las fuerzas polacas en Oriente Medio su
Libertador II , AL523, se estrellaba en el mar solo 16 segundos después de
despegar del aeropuerto de Gibraltar . En el accidente perecieron junto a
Sikorski su hija, su Jefe de Gabinete, Tadeusz Klimecki, y otros siete
pasajeros siendo el único superviviente el piloto del aparato Eduard Prchal. Sikorski fue enterrado
posteriormente en una tumba del cementerio de guerra polaco en Newark-on-Trent,
Inglaterra. El 17 de septiembre de 1993, sus restos fueron exhumados y
trasladados a la cripta real del castillo de Wawel en Cracovia.
La muerte de Sikorski
marcó sin duda un punto de inflexión para la causa polaca entre las fuerzas
anglo-americanas. Nadie pudo equiparar su carisma e influencia entre los
líderes aliados y tras su desaparición el gobierno polaco en el exilio perdió
fuerza política a la hora de decidir acerca del futuro de Polonia.
Los Aliados obviamente no
tenían intención de permitir que el sucesor de Sikorski, Stanisław Mikołajczyk,
amenazase la alianza con los soviéticos por lo que Polonia no estuvo
representada en las conferencias de Teherán, Yalta y Potsdam. Sólo cuatro meses
después de la muerte de Sikorski, en noviembre de 1943, en Teherán, Churchill y
Roosevelt, sin consultar al gobierno polaco, estuvieron de acuerdo con Stalin,
que todo el territorio polaco al este de la Línea Curzon sería cedido a los
soviéticos, incluso aunque esto contrariase la Carta del Atlántico.
Durante 1943 y 1944, los
líderes aliados, especialmente Winston Churchill, tratan de lograr la
reanudación de las conversaciones entre Stalin y el Gobierno polaco en el
exilio. Sin embargo, Katyn, las pretensiones de Stalin para anexionar el este
de Polonia a Ucrania y Bielorusia a cambio de tierras en Alemania y su
intención de establecer un gobierno pro comunista, hace que estos esfuerzos
estuviesen destinados al fracaso. Durante las mismas un ya arrinconado Mikołajczyk
insistió en la defensa de la frontera oriental pre-1939 (la Línea Curzon y la
región Kresy) como base para la futura frontera polaco-soviética. No obstante
el desarrollo de la guerra y la entrada de las tropa soviéticas permite a
Stalin tener una posición de fuerza y negarse a cualquier tipo de cesión en las
negociaciones. Con Polonia ya “liberada” surge un gobierno pro comunista y
voces que como Wanda Wasilewska piden la incorporación de Polonia a la URSS. En
noviembre de 1944, a pesar de su desconfianza de los soviéticos, Mikołajczyk
regresa al país y toma cargo en el nuevo gobierno establecido bajo los
auspicios de las autoridades de ocupación soviéticas. Muchos exiliados polacos
se opusieron a esta acción, creyendo que este gobierno era una fachada para el
establecimiento del régimen comunista en Polonia. En la conferencia de Potsdam
en 1945, Churchill y Stalin establecieron los detalles de un nuevo gobierno
provisional polaco en Londres donde el gobierno polaco en el exilio solo
tendría una pequeña participación cuyo poder sería mínimo frente al apoyo del
Ejército Rojo a los comunistas polacos. Tras perder unas elecciones que se
demostraron más tarde fraudulentas, Mikołajczyk dejará Polonia en 1947.
Tras la guerra, en la
República Popular de Polonia, el papel histórico de Sikorski, al igual que el
de todos los seguidores del gobierno en Londres se minimiza, siendo sus leales los
únicos responsables de preservar su memoria a través de entidades como el Instituto Sikorski en Londres. El
gobierno polaco en el exilio continuó su existencia hasta el fin del régimen
comunista en Polonia en 1990, cuando LechWałęsa se convierte en el primer presidente post-comunista y se inicia un
periodo de recuperación histórica que aún continúa.
Accidente
o asesinato
Su muerte en 1943 sin
duda benefició a mantener o cuando menos facilitar las relaciones entre Gran
Bretaña, EEUU y la URSS. No en vano Sikorski era un líder político carismático
y de prestigio cuya desaparición significó para el gobierno polaco en el exilio
la pérdida de su máximo valedor antes las potencias aliadas.
El 4 de julio de 1943,
durante el regreso de una inspección a las fuerzas polacas en Oriente Medio su
Libertador II , AL523, se estrellaba en el mar solo 16 segundos después de
despegar del aeropuerto de Gibraltar donde había hecho noche para repostar. En
el accidente perecieron junto a Sikorski su hija, su Jefe de Gabinete, Tadeusz
Klimecki, y otros siete pasajeros siendo el único superviviente el piloto del
aparato Eduard Prchal. Un tribunal de
investigación británico convocado el 7 de julio de 1943, investigó el accidente,
determinado que este se había debido a un atasco o fallo en los controles pero
que, aunque se desconocía que lo había causado, si se rechazaba el sabotaje. Este
informe rechazo por el gobierno polaco en exilio, ha dado pie a numerosas
teorías de asesinato si bien hoy en día ninguna ha podido ser probada históricamente.
No obstante la sombra sobre este incidente aún perdura y en 2008, Sikorski fue
exhumado y sus restos examinados por científicos polacos, quienes en 2009
concluyeron que murió debido a lesiones consecuentes con un accidente aéreo, y
que no había pruebas de que Sikorski fuera asesinado. Descartadas las teorías
de disparos o estrangulaciones, antes o durante el accidente, queda sin embargo
por probar la teoría del sabotaje, la polémica está servida.
Y hoy día. ¿Polonia se conforma con sus actuales fronteras? ¿O tiene reivindicaciones territoriales?
ResponderEliminarEn las zonas fronterizas con Ucrania o Bielorusia existen lazos con Polonia, no es raro que una familia tenga parientes a ambos lados de la frontera, por otro lado se recuerda a ciudsdes, Grodno o Lwow por ejemplo,como polacas pero una reclamacion en serio seria ridicula hoy en dia. Rusia no lo permitiria y la OTAN tampoco.
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