miércoles, 21 de marzo de 2018

Prisioneros Polacos en Colditz

El Oflag IVc u Offizier Lager IVc (campo de oficiales IVc), más conocido por Colditz es sin duda aún hoy en día uno de los centros de reclusión para prisioneros de guerra más famosos de la historia. Juegos de mesa, libros y una conocida serie de televisión ha hecho que millones de personas conozcan su historia y se interesen por las aventuras del CapitánPat Reid y sus compañeros de prisión. Sin embargo lo que ya no es tan notorio es la existencia de un gran contingente de prisioneros polacos que colaboraron codo con codo junto a las otras nacionalidades en la preparación de números intentos de fuga. 

Los primeros prisioneros, 140 oficiales polacos, a los que se consideraba como propensos a la fuga, llegaron en octubre de 1940 siendo recibidos por el comandante del campo, Oberst Max Schmidt, con las siguientes palabras:


 "De acuerdo con las disposiciones establecidas en la Convención de Ginebra para el tratamiento de prisioneros de guerra, el Alto Mando ha instituido este campo de prisioneros de guerra - Oflag IV-C Colditz - en el cual los polacos habéis sido admitidos como un caso especial. Polonia ya no existe y sólo se debe a la magnanimidad de nuestro Führer que se estén beneficiando temporalmente de los privilegios como prisioneros de guerra de países beligerantes. Ustedes deben estar agradecidos a Adolf Hitler por favorecerles a pesar que por su estúpida obstinación en 1939 han sido responsables del inicio de la guerra".



Oficiales aliados en Colditz
Oficiales aliados del Oflag IVC posan delante de la capilla del castillo de  Colditz. De izquierda a derecha: Sentados - Almirante Józef Unrug, Armada Polaca; General Tadeusz Piskor, Ejercito Polaco; General Le Bleu, Francia. En píe - oficial Yugoslavo, Coronel de Smet, Belgica; Coronel  David Stayner “Dorsetshire Regiment” y Mayor E.Engles, Holandés

Dos semanas más tarde, Donald Middleton, Keith Milne y Howard D. Wardle (un canadiense que se había unido a la RAF antes de la guerra) se convirtieron en los primeros prisioneros británicos de Colditz.  En la Navidad de 1940 había 60 oficiales polacos, 12 belgas, 50 franceses y 30 británicos.

En febrero de 1941 llegaron 200 oficiales franceses. Cierta cantidad de ellos pidieron que los oficiales franceses de origen judío fueran separados del resto, y el comandante del campo los trasladó a los áticos. A finales de julio había más de 500 oficiales: unos 250 franceses, 150 polacos, 50 británicos y de la Commonwealth, 2 yugoslavos y  68 holandes.

En mayo de 1943, el Alto Mando de la Wehrmacht decidió que Colditz fuera ocupado únicamente por estadounidenses y británicos, así que en junio los holandeses fueron trasladados, y poco después los polacos, belgas y franceses. El último grupo de franceses dejó el castillo el 12 de julio. A finales de ese mes sólo quedaban algunos oficiales de la Francia libre y 228 oficiales británicos, con un contingente de canadienses, australianos, neozelandeses, sudafricanos, irlandeses y un indio. 


El 5 de febrero de 1945  el general Tadeusz Bór-Komorowski, comandante del Armia Krajowa y responsable de la sublevación de Varsovia, llegó a Colditz como parte del grupo de prisioneros prominentes concentrados allí hacia el final de la guerra.


columna de prisioneros en Colditz

Intentos de fuga con participación polaca en 1940 y 1941

  • Marzo, Tnt. W. Gassowski y Tnt. W. Gorecki, serraron un barrote en la cantina, fuga neutralizada
  • Abril 5, Tnt. J. Just y Tnt. R. Bednarksi , escaparon de un tren en el camino al Hospital de Königswartha, fueron recapturados en Cracovia.
  • Abril 25, Tnt. K. Dokurno. Tnt. P. Zielinski y Tnt. S. Bartoszewicz Polaca. intento por el techo sobre la cantina, fuga neutralizada.
  • Mayo 9, Tnt. M Chmiel y Tnt. M. Surmanowicz ocultos en el cuartel alemán, neutralizada.
  • Mayo 12, Tnt. M. Chmiel y Tnt. M. Surmanowicz, con una cuerda de sabanas, neutralizada.
  • Mayo 13, Tnt. J. Just, huida del confinamiento en solitario, recapturado en el Rín.
  • Mayo 20, Tnt. J. Just,fuga del Hospital de Villingen, recapturado en Württemberg.
  • Mayo 29, Lt. Col. G. German, Capt. P. Reid, Capt K. Lockwood, Capt H. Elliott, Capt. R. Barry, Capt. R. Howe, Capt. J. Lados, Capt. C. Lewthwaite, Flt. Lt. N. Forbes, Flt. Lt. H. Wardle, Lt. P. Storie Pugh, Lt. G. Wardle, Tnt. Z. Mikusinski, túnel de la cantina, neutralizada.
  • Julio 2, agujero en la capilla, neutralizada.
  • Julio 16, Tnt. J. Stepniak, fuga del hospital, recapturado en Cracovia.
  • Julio 20, Capt. H. Elliott y Capt. J. Lados fuga a través de la terraza,neutralizada.
  • Julio 23, Capt. J. Lados, desde el lado occdental del reciento, recapturado en la frontera Suiza.
  • Julio 31, Flt. Lt. F. Flinn, Lt. P. Allan, Lt. T. Elliott, Lt. Cheetham, Lt. Middleton, Lt. Hyde-Thomson, Lt. Barton, Lt. Arcq, Lt. Verkest, Oficial Cadete Karpf, túnel de los baños,neutralizada.
  • Agosto 20, Tnt. Kroner, fuga del Hospital de Königswartha, fuga con éxito.
  • Noviembre 22, Lt. G. Wardle, Tnt. Wojchieckowski,neutralizada.
  • Abril 26, Tnt. W. Wychodzew y Tnt. J. Niestrzeba, del hospital miliar en Gnaschwitz,recapturados en Singen y Stuttgart.
  • Abril 26, Sqd. Leader B. Paddon y Tnt. J. Just, recapturados en Leipzig.
  • Mayo 10, Tnt. D. Gill y un oficial polaco no identificado, por la cocina, neutralizada.
  • Julio 7, Tnt. J. Tucki,  de un grupo de trabajo, neutralizada.
  • Septiembre 1, Tnt. W. Zelaźniewicz, sobre el muro del parque de paseos, recapturado en Podelwitz.
  • Diciembre 6, Tnt. Z. Kepa, Tnt. T. Osiecki y Tnt. A. Slipko, neutralizada. 
 La cuerda de sábanas

El 12 de mayo de 1941, los oficiales polacos Miki Surmanowicz y Mietek Chmiel intentaron descender en rápel un muro de 36 metros para escapar con una cuerda formada por sábanas. Para conseguir la posición más adecuada a sus planes ambos hicieron lo posible para ser castigados en aislamiento. Tras forzar la puerta y las cerraduras de su celda de confinamiento, se dirigieron al patio, donde escalaron hasta una cornisa estrecha. Desde allí, los polacos podrían saltar hasta el techo de la caseta del centinela y escalar hasta una ventana abierta de la muralla exterior. Reutilizando la cuerda hecha con sábana, bajaron hasta el suelo donde fueron atrapados por un guardia alemán.

cuerda de Miki Surmanowicz y Mietek Chmiel
El túnel en la Cantina
A principios de 1941, los prisioneros británicos habían accedido a las alcantarillas y drenajes que había debajo de los suelos del castillo. La entrada a estos era un pozo de mantenimiento en el piso del comedor. Tras viajes iniciales de reconocimiento, se decidió que el drenaje debía ser ampliado para hacer una salida en una pequeña zona cubierta de hierba que daba a la ventana del comedor. Desde aquí, se podría bajar la colina y caer por debajo del muro exterior del este del castillo. Sabiendo qué centinela estaría en servicio durante la noche prevista a la fuga, los prisioneros reunieron 500 reichmarks para sobornarle, pagando 100 por adelantado.

El plan de fuga tomó tres meses de preparación. En la tarde del 29 de mayo de 1941, Pat Reid se ocultó en el comedor tras cerrado durante la noche. Reid quitó el cerrojo de la puerta y regresó por el patio. Tras el recuento vespertino, los elegidos para la fuga se deslizaron hacia el comedor de manera inadvertida. Desde allí entraron en el túnel y esperaron a la señal para continuar. Sin embargo, los prisioneros no sabían que habían sido traicionados por el centinela sobornado. En la zona cubierta por la hierba estaban el capitán Priem y sus guardas.

Pat Reid dijo sobre est intento «escalé hasta la hierba y Rupert Barry, inmediatamente detrás de mí, comenzó a seguirme. Mi sombra se proyectaba a la muralla de la Kommandantur, y en ese momento sentí una segunda sombra detrás de la mía. Grité a Rupert que regresara cuando una voz detrás de mi gritó Hände hoch! Hände hoch! (¡Manos arriba!). Me di de frente con un oficial alemán apuntándome con su pistola».

Detrás de Reid había siete oficiales británicos y cuatro polacos. Por orden de éste, los hombres intentaron dar marcha atrás para no ser detenidos, pero los alemanes estaban esperándolos fuera del comedor. Sin querer darles a sus captores la satisfacción, los británicos estallaron en risas para desconcierto de los guardas. Según Priem, el guardia sobornado «se quedó con los 100 marcos, ganó un permiso extra, una promoción y la Cruz al Mérito de Guerra.»



Placa en recuerdo de Prisioneros Polacos en Colditz


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