jueves, 15 de noviembre de 2018

SIKORSKI, PRIMER MINISTRO EN EL EXILIO


Sin duda alguna uno de los grandes líderes polacos del siglo XX ha sido Władysław Sikorski. Luchador desde su juventud por la causa de una Polonia independiente y militar condecorado en la guerra Polaco-Soviética, no cabe duda que su mayor contribución con su país ha sido, tras el desastre de 1939, la de mantener el espíritu de la lucha desde el exilio en Francia y Gran Bretaña. Su muerte “accidental o no” mientras despegaba desde Gibraltar en Julio de 1943 fue, para el gobierno polaco en Londres, una pérdida política y humana irreparable de la cual ya nunca se recuperaría.



Władysław Sikorski: juventud y lucha por la independencia.
Hijo de Tomasz Sikorski y Emilia Habrowska, pertenecientes a una familia noble polaca venida a menos, Sikorski nace en la localidad de Tuszów Narodowy, Galicia polaca no la de un servidor, el 20 de Mayo de 1881. Su localidad, como gran parte del sur de Polonia, pertenecía al Imperio Austro-Húngaro por lo cual tras finalizar sus estudios de ingeniería en la Politécnica de Lwów se incorpora en 1906 a la reserva de sus fuerzas armadas con el grado de Teniente.



En 1907 pone su experiencia militar y estudios universitarios al servicio de la causa polaca y se une al Partido Socialista Polaco  (Polska Partia Socjalistyczna) donde conocerá a Józef Pilsudski. Poco después participa en la creación de una organización secreta Związek Walki Czynne (Unión de Lucha o Resistencia Activa) donde busca la expulsión del estado zarista, junto con Alemania y Austro-Hungría responsable de la partición polaca. Entre los miembros fundadores destacarían entre otros el propio Sikorski, Kazimierz Sosnkowski futuro sucesor de Sikorski como mando de las fuerzas polacas en el exilio, Józef Piłsudski futuro Mariscal y Presidente de Polonia, Marian Włodzimierz Kukiel mando del I Cuerpo Polaco en el exilio y HenrykMinkiewicz futuro General ejecutado en Katyn.

 En 1910 dentro de este ámbito clandestino es elegido como líder del brazo armado que se ha creado en el entorno de la Comisión Confederada de Partidos Independentistas (Komisja Skonfederowanych Stronnictwo Niepodległościowych). En 1914 y tras el estallido de la Primera Guerra Mundial dirigirá hasta 1916 la sección militar del entonces conocido como el Comité Nacional Supremo (Naczelny Komitet Narodowy). Poco después se encarga del reclutamiento de tropas para las Legiones Polacas creadas por Pilsudski, bajo el amparo de la corona austro-húngara, con vistas a luchar contra Rusia.  En 1917 se produjo la denominada crisis del juramento cuando Piłsudski se niega a jurar fidelidad a los Habsburgo y es encarcelado mientras Sikorski es incorporado al Ejercito Austriaco. Aunque en 1918 opta por seguir los pasos de Piłsudski ya sería tarde y entre ambos líderes se produciría un distanciamiento que ya  nunca superarían.



Independencia de Polonia y carrera militar en el renacido ejército.
En 1918 con el fin de la Primera Guerra Mundial caen los imperios centrales y ruso permitiendo el resurgimiento de Polonia. No obstante esta ansiada libertad no se conseguirá fácilmente y por el control de sus fronteras surgirán conflictos armados con sus nuevos vecinos. De esta manera se producirán combates con Ucrania, Lituania y la Unión Soviética que culminarían en la guerra polaco-soviética (1919-1921). Es en ella donde Sikorski  conseguirá experiencia militar y prestigio al participar entre otras acciones como mando de la 9ª División en la ofensiva sobre Kiev, para ascender a General de Brigada al mando del 5º Ejercito durante el Milagro del Vístula, victoria de Piłsudski sobre el Ejército Rojo a las puertas de Varsovia. Tras la Batalla de Varsovia, Sikorski manda al 3 º Ejército durante la batalla de Lwów, Zamość para tras la Batalla de Niemen avanzar con sus fuerzas hacia Letonia y Bielorrusia. Con el tratado de Riga (marzo 1921) Polonia consigue la ansiada paz e  importantes concesiones territoriales en Bielorrusia y Ucrania. Sikorski, ya famoso, es condecorado con la Virtuti Militari y ascendido a General de División. De cara a su carrera en el exilio es interesante destacar que durante este conflicto mantuvo una muy buena relación con Maxime Weygand, general francés al mando de la Misión Interaliada en Polonia.

En abril de 1921 Sikorski sucede a Piłsudski como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas polacas, y se convierte en jefe del Estado Mayor para entre 1922 y 1925 ocupar altos cargos en el gobierno. Tras el asesinato del presidente de Polonia G. Narutowicz, el Sejm (Parlamento polaco), nombra a Sikorski como Primer Ministro. Del 18 de diciembre de 1922, al 26 de mayo de 1923, Sikorski ocupa el cargo y la cartera de interior siendo considerado como un posible candidato a la futura presidencia del estado. En este corte periodo consigue convertirse en una figura popular, dirigiendo la política exterior de Polonia a un acercamiento con Francia y el reconocimiento de sus fronteras orientales por Reino Unido, Francia y Estados Unidos.



De 1923 a 1924 ocupa el cargo de Inspector Jefe de Infantería (Generalny Inspektor Piechoty). Desde febrero de 1924 a 1925, con el Primer Ministro Wladyslaw Grabski, se convierte en Ministro de Asuntos Militares donde crea la oficina de Korpus Ochrony Pogranicza e impulsa la modernización de las fuerzas armadas. Su propuesta, sin embargo, para aumentar las competencias del Ministro de Asuntos Militares, en detrimento de las del Inspector Jefe de las Fuerzas Armadas lo enfrenta con el propio Pilsudski quien, de 1925 a 1928, lo destina al mando del Distrito Militar (Okręg Korpusu) VI en Lwów.

Opositor a Piłsudski y paso a la reserva
Demócrata,  Sikorski mantuvo su neutralidad durante el golpe de estado perpetrado por J Piłsudski en mayo de 1926 pero en 1928 se desmarca del régimen semi-dictatorial establecido y es enviado a la reserva. En 1935 Piłsudski muere pero el sistema político de su creación se mantiene y por tanto Sikorski sigue apartado, no en vano al año siguiente se une con varios políticos y el General Józef Haller al grupo opositor anti-sistema denominado Frente Morges. Durante todos estos años permanece largos periodos de tiempo en París donde colabora con la famosa Escuela Superior de Guerra y publica numerosos artículos y libros entre los que destacarían sus memorias de guerra Nad Wisłą i Wkrą. Studium do polsko–radzieckiej wojny 1920 roku y sobre todo un libro que editado en 1934 con el nombre de  Przyszła wojna – jej możliwości i charakter oraz związane z nimi zagadnienia obrony kraju preveía la vuelta a la guerra de maniobra.

 En 1938 con la situación internacional cada vez más deteriorada, Sikorski regresa a Polonia buscando regresar al servicio activo. No obstante el Mariscal EdwardRydz-Śmigły le niega cualquier tipo de mando y tras la invasión en Septiembre de 1939 huye a Paris sin haber podido contribuir a la defensa de su país.

Segunda Guerra Mundial, Primer Ministro en el exilio
El 17 de septiembre de 1939, el entonces Presidente de la República, Ignacy Moscicki, lanza desde el pequeño pueblo de Kuty (actualmente Ucrania) cerca de la frontera sur de Polonia, una proclama en la que transfiere el poder y el nombramiento como nuevo presidente del estado a Władysław Raczkiewicz, Presidente del Senado. Esta decisión es tomada de conformidad con el artículo 24 de la Constitución de la República de Polonia, adoptada en abril 1935.

El 29 Septiembre 1939 Raczkiewicz, que ya se encontraba en París, hace su juramento constitucional en la Embajada de Polonia y se convierte en el nuevo Presidente de la República de Polonia y del Gobierno Polaco en el exilio. A continuación, nombra a Sikorski, como su Primer ministro que tras relevar al defenestrado EdwardRydz-Śmigły asumira también el puesto de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas polacas. Estas, aunque derrotadas en la campaña de septiembre, consiguen evacuar grandes contingentes de pilotos y soldados quienes a través de Hungría y Rumanía llegan a Francia para formar nuevas unidades y continuar la lucha desde el exilio.




En Mayo de 1940 Alemania invade Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia donde para sorpresa de muchos la resistencia se derrumba tras un mes de lucha. El país ahora dirigido por PhilippePétain capitula el 22 de Junio, Polonia jamás firmó armisticio alguno, pero las fuerzas polacas siguiendo el compromiso acordado entre Churchill y Sikorski el 19 de Junio no deponen las armas e intentan por todos los medios llegar a Gran Bretaña. Con ellos y los emigrantes polacos que poco a poco se irán incorporando se conforman las Fuerzas Polacas en el exilio que en base al acuerdo militar firmado, entre Polonia y Gran Bretaña el 5 de agosto de 1940, serán durante algún tiempo el ejército aliado más numeroso allí estacionado.

En Junio de 1941 Hitler inicia la Operación Barbarroja y con ella la guerra toma un inesperado cariz político para Polonia. Con la URSS inesperadamente unida al bando aliado Sikorski ha de “hacer tripas corazón” e iniciar conversaciones con el país que los había invadido junto a Alemania en Septiembre de 1939. Haciendo valer la máxima de el “enemigo de mi enemigo es mi amigo” firmará en Moscú el 17 de Agosto de 1941 el acuerdo o pacto Sikorski-Maisky, el cual una vez ratificado por Stalin acordaba anular la partición soviético-alemán de Polonia, declarar la campaña ruso-alemana Molotov-Ribbentrop de agosto de 1939 nula y sin valor, y la liberación de miles de polacos prisioneros de guerra retenidos en campos soviéticos. De conformidad con este pacto los soviéticos concedían una” amnistía " a miles de ciudadanos polacos deportados a la URSS y militares prisioneros con los cuales se iniciaría el embrión del II Cuerpo Polaco al mando del General Wladyslaw Anders.  VER CREACIÓN II CUERPO POLACO.




No obstante y a pesar del acuerdo alcanzado Sikorski, siempre se mostró receloso de las intenciones de la Unión Soviética y el tiempo le daría la razón. En enero de 1942 los soviéticos vía diplomática revelan sus reclamaciones sobre la ciudad de Lwów, ciudad a la que él mismo tenía una fuerte vinculación, y que si bien Stalin prevé ampliar las fronteras de Polonia a costa de Prusia Oriental, él también querría impulsar considerablemente hacia el oeste la frontera oriental de Polonia, siguiendo el concepto de Versalles de la línea Curzon. Sikorksi no era un necio y sabía que respecto a las fronteras orientales no podían ser inflexibles si querían mantener el apoyo aliado. En una nota al Presidente Roosevelt en diciembre de 1942, ya prevé pérdidas territoriales en el este y propone que la frontera entre Polonia y Alemania se debe empujar mucho más al oeste, con Polonia ocupando la zona hasta el Oder. Ese año también  se reúne con el ministro de Exteriores británico, Anthony Eden, para discutir el futuro de Polonia vinculando su seguridad con la de Europa y proponiendo la creación de una nueva unión polaco-lituana.

Katyn y muerte en Gibraltar
El 13 de abril de 1943 los alemanes anuncian el descubrimiento de los cuerpos de 20.000 oficiales polacos asesinados por los soviéticos y enterrados en Katyn, cerca de Smolensk. Stalin niega todo autoría alegando que ha sido la barbarie nazi la única culpable del suceso pero, viendo la oportunidad que le brinda la petición de Sikorski a la Cruz Roja Internacional para realizar una investigación imparcial, rompe relaciones diplomáticas con la Polonia del exilio alegando su “cooperación” con Alemania. Evidentemente la excusa es lo de menos y Stalin simplemente en un alarde de cinismo, el mismo había ordenado la ejecución de la oficialidad polaca, usa este anuncio como pretexto. No podemos olvidar que sus intenciones eran claras, redibujar la frontera polaco-soviética en la línea Curzon, sabíendo que el gobierno en el exilio nunca lo aceptaría pues significaría la pérdida de cerca de un tercio del territorio que Polonia mantenía antes de 1939.




Negándose a reconocer al gobierno de Londres crean su propio régimen títere para el cual Stalin pronto comienza una campaña buscando su reconocimiento por los aliados occidentales. Dirigido por Wanda Wasilewska, una comunista con escaño en el Soviet Supremo cuenta con el general Zygmunt Berling, considerado desertor y juzgado como tal por los hombres de Anders, comandante del 1er Ejército polaco en Rusia, LWP.

El 4 de julio de 1943, durante el regreso de una inspección a las fuerzas polacas en Oriente Medio su Libertador II , AL523, se estrellaba en el mar solo 16 segundos después de despegar del aeropuerto de Gibraltar . En el accidente perecieron junto a Sikorski su hija, su Jefe de Gabinete, Tadeusz Klimecki, y otros siete pasajeros siendo el único superviviente el piloto del aparato Eduard Prchal. Sikorski fue enterrado posteriormente en una tumba del cementerio de guerra polaco en Newark-on-Trent, Inglaterra. El 17 de septiembre de 1993, sus restos fueron exhumados y trasladados a la cripta real del castillo de Wawel en Cracovia.



La muerte de Sikorski marcó sin duda un punto de inflexión para la causa polaca entre las fuerzas anglo-americanas. Nadie pudo equiparar su carisma e influencia entre los líderes aliados y tras su desaparición el gobierno polaco en el exilio perdió fuerza política a la hora de decidir acerca del futuro de Polonia.

Los Aliados obviamente no tenían intención de permitir que el sucesor de Sikorski, Stanisław Mikołajczyk, amenazase la alianza con los soviéticos por lo que Polonia no estuvo representada en las conferencias de Teherán, Yalta y Potsdam. Sólo cuatro meses después de la muerte de Sikorski, en noviembre de 1943, en Teherán, Churchill y Roosevelt, sin consultar al gobierno polaco, estuvieron de acuerdo con Stalin, que todo el territorio polaco al este de la Línea Curzon sería cedido a los soviéticos, incluso aunque esto contrariase la Carta del Atlántico.

Durante 1943 y 1944, los líderes aliados, especialmente Winston Churchill, tratan de lograr la reanudación de las conversaciones entre Stalin y el Gobierno polaco en el exilio. Sin embargo, Katyn, las pretensiones de Stalin para anexionar el este de Polonia a Ucrania y Bielorusia a cambio de tierras en Alemania y su intención de establecer un gobierno pro comunista, hace que estos esfuerzos estuviesen destinados al fracaso. Durante las mismas un ya arrinconado Mikołajczyk insistió en la defensa de la frontera oriental pre-1939 (la Línea Curzon y la región Kresy) como base para la futura frontera polaco-soviética. No obstante el desarrollo de la guerra y la entrada de las tropa soviéticas permite a Stalin tener una posición de fuerza y negarse a cualquier tipo de cesión en las negociaciones. Con Polonia ya “liberada” surge un gobierno pro comunista y voces que como Wanda Wasilewska piden la incorporación de Polonia a la URSS. En noviembre de 1944, a pesar de su desconfianza de los soviéticos, Mikołajczyk regresa al país y toma cargo en el nuevo gobierno establecido bajo los auspicios de las autoridades de ocupación soviéticas. Muchos exiliados polacos se opusieron a esta acción, creyendo que este gobierno era una fachada para el establecimiento del régimen comunista en Polonia. En la conferencia de Potsdam en 1945, Churchill y Stalin establecieron los detalles de un nuevo gobierno provisional polaco en Londres donde el gobierno polaco en el exilio solo tendría una pequeña participación cuyo poder sería mínimo frente al apoyo del Ejército Rojo a los comunistas polacos. Tras perder unas elecciones que se demostraron más tarde fraudulentas, Mikołajczyk dejará Polonia en 1947.

Tras la guerra, en la República Popular de Polonia, el papel histórico de Sikorski, al igual que el de todos los seguidores del gobierno en Londres se minimiza, siendo sus leales los únicos responsables de preservar su memoria a través de entidades como el Instituto Sikorski en Londres. El gobierno polaco en el exilio continuó su existencia hasta el fin del régimen comunista en Polonia en 1990, cuando LechWałęsa se convierte en el primer presidente post-comunista y se inicia un periodo de recuperación histórica que aún continúa.



Accidente o asesinato
Su muerte en 1943 sin duda benefició a mantener o cuando menos facilitar las relaciones entre Gran Bretaña, EEUU y la URSS. No en vano Sikorski era un líder político carismático y de prestigio cuya desaparición significó para el gobierno polaco en el exilio la pérdida de su máximo valedor antes las potencias aliadas.

El 4 de julio de 1943, durante el regreso de una inspección a las fuerzas polacas en Oriente Medio su Libertador II , AL523, se estrellaba en el mar solo 16 segundos después de despegar del aeropuerto de Gibraltar donde había hecho noche para repostar. En el accidente perecieron junto a Sikorski su hija, su Jefe de Gabinete, Tadeusz Klimecki, y otros siete pasajeros siendo el único superviviente el piloto del aparato Eduard Prchal. Un tribunal de investigación británico convocado el 7 de julio de 1943, investigó el accidente, determinado que este se había debido a un atasco o fallo en los controles pero que, aunque se desconocía que lo había causado, si se rechazaba el sabotaje. Este informe rechazo por el gobierno polaco en exilio, ha dado pie a numerosas teorías de asesinato si bien hoy en día ninguna ha podido ser probada históricamente. No obstante la sombra sobre este incidente aún perdura y en 2008, Sikorski fue exhumado y sus restos examinados por científicos polacos, quienes en 2009 concluyeron que murió debido a lesiones consecuentes con un accidente aéreo, y que no había pruebas de que Sikorski fuera asesinado. Descartadas las teorías de disparos o estrangulaciones, antes o durante el accidente, queda sin embargo por probar la teoría del sabotaje, la polémica está servida.

2 comentarios:

  1. Y hoy día. ¿Polonia se conforma con sus actuales fronteras? ¿O tiene reivindicaciones territoriales?

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  2. En las zonas fronterizas con Ucrania o Bielorusia existen lazos con Polonia, no es raro que una familia tenga parientes a ambos lados de la frontera, por otro lado se recuerda a ciudsdes, Grodno o Lwow por ejemplo,como polacas pero una reclamacion en serio seria ridicula hoy en dia. Rusia no lo permitiria y la OTAN tampoco.

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